¿Tras Cumbre de Helsinki, qué?

 

Elisabeth Hellenbroich en MSIA Informa

La reunión cumbre de Helsinki entre los presidentes de Estados Unidos y de la Federación Rusa, Donald Trump y Vladímir Putin, respectivamente, provocó reacciones negativas de las élites políticas de ambos lados del Atlántico.

 

En Estados Unidos, el “establishment” político, en especial las principales personalidades demócratas y republicanas, reaccionó histéricamente y calificó a Trump abiertamente de “traidor” (como lo hizo el senador John McCain), mientras que la prensa estadounidense y gran parte de la europea afirmó que el presidente se convirtió en “rehén” de su colega ruso, Vladimir Putin.

 

Algunos especialistas en relaciones exteriores alemanes consideraron que la reunión fue “un golpe de propaganda para Putin” y un “desastre para Trump.” Ningún estadista europeo tuvo el valor de hacer una evaluación sobria sobre las consecuencias estratégicas del encuentro. El resultado de tal arrogancia y ceguera mantiene vivo el potencial de una crisis estratégica y de una confrontación entre las dos súper potencias.

 

Los dos presidentes presentaron sus opiniones sobre el encuentro en la conferencia de prensa luego de la reunión. Para Putin, a la luz de la “situación negativa en las relaciones bilaterales,” los dos presidentes hicieron un mapa de los “pasos iniciales para mejorarlas, para restaurar un nivel mínimo aceptable de confianza y regresar a los grados de cooperación anterior en todas las cuestiones de interés mutuo.”

 

Putin recalcó la discusión sobre la estabilidad estratégica y la no proliferación de armas atómicas:

”Creemos que es necesario un esfuerzo conjunto continuo en la cuestión político-militar y de desarme. Esto incluye la renovación del Tratado de Reducciones Ofensivas Estratégicas (SORT), la peligrosa situación sobre el desarrollo de los elementos del sistema de defensa contra proyectiles mundial de Estados Unidos y sobre el Tratado de Eliminación de Misiles de Alcance Intermedio y de Corto Alcance y sobre el tema de la disposición de armas en el espacio”.

 

Otro tema de conversación fue Siria, donde “tenemos todos los elementos necesarios para una cooperación efectiva.” Según Putin, “notablemente, las fuerzas armadas rusas y estadounidenses ganaron una experiencia útil de interacción y de coordinación en aire y tierra.”

 

En una entrevista con el presentador de FOX TV Chris Wallace, Putin afirmó que en general ha habido una buena cooperación en Siria: “Nosotros mantenemos una cooperación entre nuestros militares y nuestros servicios especiales. El trabajo de ellos habla respecto a la lucha contra el terrorismo, en el sentido amplio de la palabra.”

 

Otros asuntos mencionados por Putin fueron la retirada de Estados Unidos del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) sobre la cuestión nuclear iraní, la crisis de Ucrania, el cumplimiento de los acuerdos de Minsk por parte de Kiev y la necesidad de comercio e inversiones.

 

A su vez, Trump calificó la conversación de “diálogo productivo y bueno no sólo para Estados Unidos y Rusia, sino también para todo el mundo. Un diálogo constructivo para abrir nuevos caminos para la paz y la estabilidad de nuestro mundo.”

 

Uno de los temas mencionados fue, evidentemente, la supuesta interferencia en las elecciones de Estados Unidos:

“Pasamos mucho tiempo hablando sobre eso. Así como en el caso de Siria, la cooperación de nuestros países tiene el potencial de salvar centenares de miles de vidas. (…) También estuvimos de acuerdo en que se reúnan representantes de nuestros consejos de seguridad nacional para continuar todas las cuestiones que abordamos hoy y para continuar el progreso que iniciamos aquí en Helsinki”.

 

En respuesta a una pregunta específica sobre la supuesta intervención rusa, respondió: “Mi gente vino hasta a mí, (el director de Información Nacional) Dan Coats y algunos otros. Ellos dijeron que creían que fue Rusia. Yo tengo aquí, al presidente Putin, él dijo tan sólo que no fue Rusia. Yo voy a decir esto, no veo ninguna razón para que haya sido así.” La respuesta provocó una tempestad de protestas en Estados Unidos, lo que obligó a Trump a retractarse diciendo que no veía “ninguna razón para que no haya sido así.”

 

REACCIONES RUSAS

En Rusia, el conocido Foro de Debates de Valdai tuvo como invitado especial el 20 de julio al ex embajador de Moscú en Washington Anatoly Antonov, que participó, además, en la reunión cumbre, y para quien el encuentro fue de gran importancia para la historia de las relaciones ruso-estadounidenses.

 

Según él, “paradójicamente, el principal resultado del encuentro fue la reunión misma y el hecho de que los presidentes pudieron hablar con calma sobre los prominentes problemas internacionales, la seguridad regional y global, así como sobre el plan de estabilidad estratégica y el control de armas. Así que este hecho se debe considerar positivamente.”

 

Sin embargo, el diplomático fue particularmente critico de la prensa estadounidense:

“La prensa publicó muchas noticias falsas, distorsiones y relatos negativos sobre lo que aconteció en la reunión cumbre del 16 de julio. ¿Por qué la prensa occidental piensa que la reunión de los dos presidentes fue mala? En mi opinión, ¡fue maravillosa! Cuanto más fuerte el diálogo entre los dos países, más fuerte la seguridad de los estados europeos, de Rusia y de Estados Unidos”.

 

Según Antonov: “Nosotros identificamos los problemas que es necesario resolver. (…) Queremos que el diálogo se vuelva permanente y que los dos líderes se reúnan caso por caso, regularmente, para conocer y entender mejor los problemas y resolverlos.”

 

Mencionó también el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START) que vence en 2021 y que involucra problemas como la defensa contra proyectiles, desequilibrios en las armas convencionales y la colocación de armas en el espacio. Las negociaciones deben comenzar inmediatamente, si se quisiera que el tratado vaya más allá de 2021, afirmó. “La tarea no es multiplicar el número de reuniones, sino de desarrollarlas y avanzar, nosotros queremos que el diálogo sea permanente y que los líderes se reúnan regularmente. El lado ruso siempre está abierto a tales propuestas,” concluyó.

 

Andrey Sushentov, director de Programas de la Fundación Club Valdai, consideró “estables y de confianza” las relaciones entre Trump y Putin. A pesar de que el “establishment” estadounidense se ha volcado contra su propio presidente y sigue acusando a Rusia, Sushentsov recalcó que “reuniones cumbre como esta son definitivamente útiles.”

 

Andrey Bezrukov, profesor asociado del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, manifestó que la preocupación de Trump es con las elecciones estadounidenses de medio mandato, que se habrán de realizar en el mes de noviembre. Luego de ellas, piensa él, Trump tendrá, finalmente, la oportunidad de formular su propia política exterior. No obstante, afirmó que “es importante observar que la primera reunión de formato completo entre ellos fue un divisor de aguas, de modo que ahora los líderes de las dos grandes potencias tienen una comprensión de cómo podrán cooperar y hay muchos renglones en qué hacerlo.”

 

Es útil que observemos en ese plano algunas consideraciones más constructivas formuladas por una red pan europea de especialistas militares y de defensa europeos, la European Leadership Network (ELN), que desde su fundación, en 2011, ha promovido debates sobre un futuro sin armas nucleares y el diálogo cooperativo entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). La ELN acaba de divulgar un documento de posición titulado “Rumbo a un entendimiento mínimo OTAN-Rusia,” mismo que contrasta con la histeria manifestada por integrantes de las élites políticas de la Unión Europea (UE) y de la OTAN, con el objetivo de convertir a Rusia en un villano y separarla de Europa.

 

El documento fue compilado por un destacado grupo de afiliados a la ELN, del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, del Instituto Polaco de de Asuntos Internacionales y del Foro de Relaciones Internacionales (GRF, por sus siglas en inglés), integrantes del Equipo encargado de la Cooperación en la Gran Europa. Son estos:

Igor S, Ivanov (ex ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, presidente del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales y miembro correspondiente de la Academia Rusa de Ciencias);
Adam Daniel Rotfeld (ex ministro de Relaciones Exteriores de Polonia);
Volker Rühe (ex ministro de Defensa de Alemania);
Malcolm Rifkind (ex ministro de Relaciones Exteriores y de Defensa del Reino Unido);
Pierre Lellouche (ex secretario de Estado para asuntos Europeos y de Comercio Exterior de Francia);
Vitaly Zhurkin (director emérito del Instituto de Europa de la Academia Rusa de Ciencias);
Stefano Stefaninni (ex asesor diplomático de la Presidencia de Italia y ex representante permanente de Italia en la OTAN);
Nathalie Tocci (directora del Instituto de Asuntos Internacionales de Italia y asesora especial de la Alta Representante de la UE para relaciones Internacionalescumbre helsink y Seguridad, Federica Mogherino);
Erich Vad (general retirado del Ejército Alemán, ex director de Política Militar de la Cancillería Federal Alemana y profesor de las universidades de Múnich y de Salzburgo);
Ruslan Grinberg (director científico del Instituto de Economía de la Academia rusa de ciencias )
Igor Yurgens (presidente del consejo del Instituto de Desarrollo contemporáneo y vicepresidente de la Unión Rusa de Industrias y Empresarios); y
Klaus Wittmann (general retirado del Ejército Alemán e investigador senior del Instituto Aspeen de Alemania).

El documento anterior, Administrando la paz fría entre Rusia y occidente, de julio de 2017, estableció “Nuestros líderes políticos y militares deben aceptar que una guerra entre Rusia y la OTAN no puede tener vencedor y no debe desatarse jamás, cualquier intento de alcanzar objetivos políticos por medio de amenazas o por el uso de la fuerza serían fútiles. Ellas deben reconocer el grave riesgo de una relación de disuasión no administrada y no reglamentada, en la que es más probable que ocurra una escalada internacional.”

 

El documento reafirma la intención de:

“Inyectar un nuevo pensamiento sobre como Rusia y la OTAN podrían convivir con seguridad en los años venideros, y como esto podría resultar en una mejoría de la seguridad de Europa. Dado que actualmente no existe un diálogo OTAN-Rusia organizado y orientado para dar resultados, se necesita de un entendimiento compartido sobre las bases de la relación actual que podría no sólo reducir los riesgos, sino también permitir que todas las partes hagan progresos en asuntos específicos, en el Consejo OTAN-Rusia, en la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación Europea) y en escenarios ad hoc y bilaterales.

 

El texto describe nueve elementos para esa cooperación futura, inclusive la “reafirmación del lenguaje del Acto Fundador y de la Declaración de Roma, de que el Consejo OTAN-Rusia permanecerán siendo ‘la principal estructura y ámbito´ de las consultas entre la OTAN y Rusia, en tiempos de crisis y de cualquier otra situación que afecte la paz y la estabilidad.”

 

Otros elementos son: el compromiso de trabajar constructivamente para la solución de los conflictos existentes en Europa, con principal atención en el establecimiento de una misión de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas en el Este de Ucrania; el compromiso de contención militar y estricta suficiencia de actividades, ejercicios y desplazamientos militares en las esferas convencional y nuclear a lo largo de las fronteras OTAN-Rusia; y el establecimiento de canales para comunicaciones militares regulares y de emergencia entre los líderes militares de la Alianza y de Rusia.

Noticias relacionadas

Comenta